Hoy es un día muy especial… Pascua 2021, otra Semana Santa que pasamos en casa, tal vez solos, lejos de nuestras familias debido a este terrible virus que ha destruido nuestras vidas.

A pesar de esto, me gustaría dar las gracias especialmente a todos los que forman parte de la asociación MHVD, (Mirando Las Huellas Que Vamos Dejando) al Lcdo Enmanuel Orellana presidente de la Asociación Un Nuevo Ecuador Es Posible, al presidente M.P. Libertas Antonio Fierro, a su Secretario Nacional M.P.L. Paolo Magli, a Paolo Conte secretario MPL Napoli, Mario Soldovieri integrante MPL. A la distinguida Camerata de Poetas de Florencia, a los Eslabones en la Cadena de la Paz, que están dejando sus huellas por todo el mundo, especialmente en mi país, Ecuador e Italia.

En esta semana de Santa Pascua nos encontramos una vez más con la esperanza que podamos sacar lo mejor que tenemos de nuestras vidas, una esperanza que nos hace pensar que nuestro mañana puede ser finalmente el fin de una lacra que nos está robando nuestro poder de vivir en armonía y paz.

Todos estamos cansados de las lágrimas, del sufrimiento y del abandono que marcan nuestras vidas para siempre: no podemos olvidar a todos los que nos han dejado a causa de esta pandemia, y también recordándolos debemos tratar de avanzar sin olvidar que este virus puede afectar a cualquiera, por esta razón necesitamos la ayuda de nuestro Señor.

Sólo él puede volver para salvarnos de nuevo, el que es infinitamente misericordioso y bueno para toda la humanidad.

Sería bueno despertarse y no ver más malas noticias en la televisión, ni muertos, ni guerras, ni contagios, ni especulaciones sobre vacunas, ni sufrimiento.

Pero el señor nos pone a prueba incluso en estos momentos de desesperación, y es nuestra obligación ser fuertes. Este es otro año muy particular por el que estamos atravesando con pequeñas y grandes dificultades, sin embargo, hemos llegado a vivir un momento que para los cristianos está lleno de alegría y felicidad, la resurrección de nuestro Señor: esto debe empujarnos a esperar aún más, ¡porque tenemos que aprender de él! cómo superar nuestras mayores dificultades; si él ha logrado superar la muerte, nosotros también podemos superar este mal período que nos enferma.

Con estas palabras deseo una Pascua santa y serena, esperando que todo el mal del mundo pueda desvanecerse y cesar por completo.

Aurora Marcillo